Nochevieja y Añonuevo. El reflejo de lo que soy.

"No existe los hechos, sino los pensamientos y el complicado vaivén del corazón, el lento aprendizaje sobre dónde, cuando y a quién amar".

El despertador del móvil empieza a sonar a las 6:30, lo apago de forma rutinaria, envuelto de un modo espeso y torpe en esa mezcla de comodidad, seguridad y confort que ofrece una casa que mata a mucha más gente que las propias balas. Así comienza el último día del año para mí. La alarma me indica que debo levantarme para acudir por segundo año consecutivo a mi cita de "noche vieja" con mis seres queridos, como se puede apreciar en este enlace del año pasado, aunque faltan muchas horas, son necesarias, pues ellos me esperan en un refugio vivac de montaña alejado de la sociedad y ha más de 3.000 metros de altura llamado "la caldera" en Sierra Nevada, donde podamos sentirnos unidos. Este año la predicción meteorología no es muy favorable, pero el esfuerzo por estar con ellos, bien que merece la pena. Son días para pasarlos con la familia, con la gente que te quiere, con los que te necesitan o con los que tu aprecias, ellos reunen todos esos factores. Personalmente es lo mínimo que puedo hacer, ya que desde la lejanía han conseguido que no me sienta sólo en ningún momento de mi vida.
Camino del Mulhacén, pasado el Collado del Hornillo.
No pretendo que esto sea un acto de heroicidad, ni algo de lo que me sienta orgulloso. No es la historia que me hubiera gustado contar, pero sí una llena de sinceridad y solidaridad por todas aquellas personas en mi misma situación, que le gustaría pasar este día con personas que ya no están. Para mí, estos dos días es como un viaje por mi mente, plasmado en un lugar precioso e idílico, donde se suceden un montón de recuerdos desde mi mas tierna infancia hasta este mismo instante. Ellos me han ayudado sin darme cuenta, ha encontrar el amor en los lugares más inesperados que pudiera imaginar.
Juego de nubes, sol, mar y montaña.
La ruta que he realizado, parte desde el Área Recreativa Hoya del Portillo, por un sendero que va ganando altura zizageando hasta llegar a un cortafuegos, a nuestra derecha dejamos el Mirador Puerto Molina, y continuamos descendiendo por otra vereda más ancha hasta llegar a una pista que da acceso al Refugio de Poqueira, lo dejamos a nuestra izquierda y ganamos altura hasta llegar al Alto del Chorrillo, bien por la pista forestal o por senderos.
Desde el Mulhacén, Laguna Hondera congelada.
A pocos metros se encuentro el Mirador de Travelez. Continuamos por un sendero que va ganando altura notablemente, dejaremos a nuestra izquierda el “Nido de Ametralladoras” un pequeño refugio construido en tiempos de la Guerra Civil Española, con el propósito de defender la carretera que cruzaba desde Capileira. Seguiremos sendero arriba guiándonos por los mojones y encarando una larga subida que nos conduce hasta la cumbre del Mulhacén II, un vértice geodésico de 3360 m.s.n.m. Desde aquí continuaremos por un sendero sin apenas desnivel para encarar el último repecho antes de coronar el Mulhacén, la cumbre más alta de la Península Ibérica con 3482 m.s.n.m. Las vistas, desde arriba son espectaculares, se puede observar toda la linea divisoria de Sierra Nevada, desde el Caballo hasta Jeréz, Laguna de la Mosca, Laguna Hondera, la "mejor" cara de los Machos, Veleta y Alcazaba...
Desde la cumbre del Mulhacén, laguna de la caldera congelada.
La bajada la he realizado por la Cara Oeste hasta el Refugio Vivac de La Caldera, donde me he quedado a pasar la "Nochevieja", acompañado del libro "Los 14 de Iñaki" y seis personas más.
Cumbre del Mulhacén.
Al día siguiente, "Año nuevo", como bien indicaba el parte meteorológico, el temporal era terrible, la nevada y el viento formaban una ventisca considerable, aquí una muestra. Continué por la pista que se dirige hacia el Veleta, hasta el Refugio Vivac Villavientos, el cual estaba vació, bajé hacia el Refugio de Poqueira por el barranco del Río Seco.
Desde cumbre del Mulhacén, vistas hacia el Veleta.
Desde allí cogí la senda que continua bajando fuertemente, cruzándome con otros senderos como "acequia alta" y "acequia baja", hasta llegar al Barranco del Poqueira, donde el camino discurre disfrutando del agua y de la vegetación, inmerso en lo hondo de dicho barranco. Bien señalizado durante todo momento, cruzando el río varias veces por varios puentes, terminé llegando a la Central Eléctrica de Cebadillo. Donde tuve la suerte de que una pareja de jóvenes, me acercó en su coche, a recoger el mio en la Hoya del Portillo.
Las nubes se aprociman a lo lejos.

Podéis ver el track del primer día y del segundo día. Y a continuación algunas fotos más:

Atardeciendo sobre el mar desde el Mulhacén.
Caras Nortes del Mulhacén y Alcazaba.
Cara Oeste, por donde bajé del Mulhacén
Anocheciendo en el refugio vivac la caldera.
Refugio vivac la caldera.
A las 8:30 de la mañana la ventisca era impresionantes.
Parecía un lugar bastante inhóspito.
La bajada por el río Poqueira es preciosa.
Difícil de olvidar ....

Comentarios

  1. Una pasada para los sentidos y una gran forma de acabar y empezar un año !Lourdes, un saludo

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