Escocia: Despertad en la Naturaleza
Con el principio de la noche llega la última de las horas donde el cuerpo relaja su actividad para dejar paso a otros placeres. Sentado junto a tu tienda, acompañado de una pequeña luz difuminada que sale de tu frente, bajo un cielo negro y con oídos atentos podemos percatarnos de que el sonido armónico forma parte del mundo que nos ha tocado vivir en ese momento. El gorjeo de los pájaros, los crujidos de las ramas al ser pisadas por animales, el rumor del mar, el altivo canto de los arroyos o el quejido del viento, están integrados en los ecos de nuestro entorno natural y su efecto sobre mí es evidente. El estado anímico cambia fácilmente por el influjo de los naturales estímulos sonoros, de modo que uno sosiega si vienen acariciadores o se tensa cuando anuncian peligro o amenaza, como sucede con el estruendo espeluznante de una tormenta. En una primera experiencia nos cogerán por sorpresa pero en un futuro identificaremos su contenido, de modo que el cuerpo no sufrirá los mismos sob