El Deporte: autoestima para la vida
Si pudiera elegir qué dejar en herencia a mi hijo, esto sería sin duda la autoestima. Recuerdo a niños en el colegio que parecían tomar el mundo por los cuernos, con energía, seguros, amigables y se recuperaban de cualquier contratiempo con rapidez. Pero también recuerdo niños que transmitían cansancio, derrotados, como si carecieran de carisma, dudaban al tomar decisiones constantemente, indecisos, con miedo a equivocarse. Rosenberg en 1965 dijo que la autoestima se determina como una disposición que posee una persona y que representa su juicio sobre su propio valor. Coopersmith en 1967, la definía como un conjunto de cualidades que un individuo observa dentro de sí mismo. De cualquier forma, la autoestima aparece cuando una persona comienza a apreciar y valorar mucho sus cualidades o rasgos. Es el resultado de una evaluación hacia el yo más íntimo; es el nivel de fe en los propios valores, el poder de creer en las propias ideas y pensamientos, así como la profundidad de la confianza