Subida al Puntal de la Caldera y Mulhacén, durmiendo en La Caldera.

No podemos desaprovechar cada oportunidad que se nos brinda en un nuevo día, porque no se sabe lo que puede pasar mañana. Por ello, desde estas líneas una vez más, te animo a que seas feliz. Transites feliz, y vivas feliz, mientras respires. Que nada te preocupe, nada más que intentar a cada paso que des, que la felicidad radie por tus cuatro costados. Para que de esa única forma, solo tu, te encuentres feliz, que es de lo que se trata.
- Hay gente que no puede ver (por ser invidentes), todo aquello que a ti gratis se te ofrece a diario.
- Hay gente que no puede escuchar (por ser sordos), de toda esta magia llamada sonidos de la naturaleza, que ésta te la muestra para que te sientas inmerso de pleno en ella.
- Hay gente que no puede dar un abrazo (porque por desgracia carece de brazos por accidentes pasadoso problemas de nacimientos), que morirían por acercarse a un ser querido y abrazarlo. Tú, a día de hoy, y siempre dando gracias puedes hacerlo y no tienes escusa para quejarte.
- Hay gente que carece de piernas (y por ese motivo), no puede hacer lo que tu a diario acostumbras hacer sin quererlo. Que es caminar, correr y disfrutar a cada paso. Ellos, por ese único motivo, si pudieran sentir de nuevo su sangre en su piernas y de ello conseguir un nuevo paso, se morirían de felicidad.
- Hay gente a día de hoy que se bate entre la vida y la muerte en un hospital, por que su salud está bastante deteriorada sin haberlo previsto, y tu, que gozas de una plena y sin problemas, te encierras en creer, que tienes problemas donde no hay.
Por ello, de una vez por todas. Despierta de ese letargo y VIVE, SIENTE, DISFRUTA y aprovéchate de esta inmensa y maravillosa vida.

Esto es un breve resumen de dos días por Sierra Nevada, nada especial que contar, pero especial agradecimiento a mi amigo Ángel. Un tipo genial que vino a recogerme a Velez-Málaga para ir juntos y realizar alguna actividad por Sierra Nevada. La idea inicial era subir por el corredor de Siete Lagunas y subir a la Alcazaba, pero por varias razones, mucha nieve, peligro alto de aludes, tomamos otra decisión menos exigente pero igual de divertida. Desde la Central Eléctrica de Capileira subimos hasta el Refugio Poqueira, tras un pequeño descanso, alcanzamos el Refugio de la Caldera, en el cual pasemos la noche. Una noche muy fría, durante el día y ascenso hacia unos cuatro grados negativos, pero por la noche, dentro del refugio lleguemos a los menos seis grados. Alguien se había dejado las puertas del refugio abiertas y hubo que sacar mucha nieve, hay que ser responsable y cerrar las puertas al igual que mantenerlo limpio, es un refugio de todos y de todos es responsabilidad. Después de unos fideos chinos y arroz nos acostamos, no antes de  derretir el agua que usaríamos por la noche. El entorno donde nos encontramos a la mañana siguiente es fascinante, por su vertiente sur, forma el circo glaciar de La Caldera, una laguna de buen tamaño (la mayor de la cordillera), en la cabecera del río Poqueira. Subimos al Puntal de la Caldera, con sus 3.226 metros, la sexta cumbre más alta de Sierra Nevada, desde el collado del Ciervo y luego al Mulhacén por la cara Oeste. Había una cantidad de nieve impresionante, la virgen de la cima del Mulhacén estaba enterrada. La bajada por la loma hasta el Refugio Poqueira y Central eléctrica.

Comienzo de la ruta.
El río Poqueira estaba muy crecido.
Buscando por donde pasar...
Las cabras montesas bajaban para buscar hierba...
Refugio Poqueira.
Termómetro en la puerta del refugio.
Camino de la "Caldera"
Cara Norte del Mulhacén.
Ángel dentro de su saco en la Caldera.
Preparando "algo".
Cara norte de la Alcazaba y Mulhacén.
Refugio la Caldera desde el Puntal de la Caldera.
Collado del Ciervo, al fondo el Mulhacen por Cara Oeste.
Puntal de la Caldera 3.226 metros.
Pico del Mulhacén.
Bajando por la loma al Refugio Poqueira.
Muchos rebaños de cabras.
Impresionante cascada....
Todo lo bueno termina.

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