Ferrata de Moclin: O comes o pierdes el apetito

Seamos realistas, aunque sea por una vez, hacer ejercicio regularmente es difícil, sí, y si ese ejercicio resulta ser distinto a los comunes, la dificultad de practicarlo regularmente es aún mayor. La mayoría de la gente jamás se vuelve adicta a deportes como la escalada, ni se obsesiona con correr grandes distancias o subir grandes montañas. Incluso aquellos que lo hacen, suelen terminar renunciando a ello en algún momento de sus vidas, cuando las circunstancias cambian, las necesidades son otras, o tal vez, simplemente pasan a ser tan conformistas como el resto de los mortales. Si tuviera un hijo que quisiera practicar escalada todos los fines de semana, le animaría a continuar, pues yo he aprendido que estos deportes son un excelente vehículo para forjar el carácter, la disciplina, la toma de decisiones y el cumplimiento de las reglas. Algo que, sin duda, le beneficiará en todos los ámbitos a lo largo de su vida diaria.

Hay deportes como los mencionados anteriormente donde no se prioriza la competición, lo único que te empuja a practicarlos es el espíritu de superación personal y si no es así terminarás abandonándolo. Realmente, ¿Cuanta gente se haría adicta al "running" y lo practicaría a diario si no hubiera una carrera cada fin de semana? ¿Cuanta gente lo hace por rutina saludable? Más aún, ha raíz de la existencia de las redes sociales, las personas que practican los deportes de moda, tienen la necesidad de sentirse "aprobados por la sociedad" y se preocupan más por compartir y recibir la opinión de los demás, que por estar en soledad y abrirse al pensamiento propio y original. Para practicar estos deportes en la montaña, tienes que hacerte adicto a ellos, la prioridad por practicarlos tiene que estar al nivel de cualquier otra necesidad, como la de comer. Si dejas de ir a la montaña, es como si dejaras de comer, pierdes el apetito, no hay más. Así que esta entrada va dedicada especialmente a todos aquellos que alguna vez dejaron de ir a una comida familiar, se escaquearon en el momento de tomar unas cervezas después del trabajo o dejaron de hacer lo que se supone que debían hacer  por alimentar una adicción que les llevará a alcanzar nuevas fronteras y superarlas, como patrón de vida.

Por fin he vuelto a trepar por rocas y que mejor forma de hacerlo que con una actividad tan enriquecedora como es la Vía Ferrata de Moclín, es una vía construida en los acantilados próximos a la Cueva de Malalmuezo en el término municipal de de Moclín (Granada). Como sabéis, una ferrata consiste en una serie de peldaños de hierro o escalones, en este caso para progresar por las paredes del acantilado, tiene en todo su recorrido una "linea de vida" (cable de acero) que nos permite asegurarnos a él con un cabo de anclaje doble llamado disipador. En su recorrido, además, de los peldaños deberemos de superar; un puente himalayo, un puente tibetano y una tirolina (sin polea). Es una vía ferrata de nivel medio-bajo ideal para iniciarse en ésta actividad.

Comienza con un tramo vertical de peldaños, que da acceso a una repisa, donde nos encontramos a nuestra izquierda una piedra de molino a medio cantear pues la Vía Ferrata comienza en una antigua cantera de piedras de molino, que se elaboraban en la misma cantera y una vez esculpidas se transportaban. Seguimos subiendo a nuestra izquierda por un tramo de 17 metros de peldaños, que nos sitúa en una repisa de 3 metros de longitud, a continuación hay que des-trepar un poquito para acceder al comienzo del puente colgante, momento ideal para contemplar el Pueblo de Moclín y Tózar.

El puente colgante de Moclín, mide unos 25 metros y consta de línea de vida superior y dos cables de pasarela. El cable que queda a la altura de la cabeza se usa para colocar uno de los anclajes de nuestro dispositivo y otro a uno de los dos cables usados para agarrarnos y avanzar. La Travesía horizontal que encontramos una vez hemos realizado el paso por el puente colgante discurre sobre agarres en cadena o cable (según la estatura) y peldaños metálicos.

Al finalizar la progresión horizontal un poco desplomada en su recorrido, nos encontramos un “paso de mono” de 8 metros de longitud realizado con tres cables, los superiores para agarrarnos con las manos y los de media altura para asegurarnos con nuestro material. Por su inclinación lateral, es más cómodo avanzar mirando a la pared, así que podemos darle un poco más de emoción si miramos hacia el exterior y contemplamos las vistas al horizonte. Un dato interesante es que en la pared se pueden encontrar vías de escalada deportiva, así que imagino que la zona es una escuela de escalada además de vía ferrata.

Al al finalizar el paso de mono, encontramos a su derecha una chapa con anilla, para rapelar desde ahí, incluso el montaje y uso para técnicas de progresión vertical resulta interesante al ser volado casi en todo su recorrido. La travesía en horizontal que nos encontramos a continuación, nos lleva a una bifurcación; hacia la izquierda un escape y se finaliza la vía ferrata, hacia la derecha continuamos con la progresión. La travesía en vertical que nos espera es muy interesante, de unos 30 metros, las vistas que hay desde su parte alta son impresionantes, incluso hay unos peldaños sin cable para poder admirarlas aun desde una posición más alta.

A media altura del tajo de la Solana, nos encontraremos con una cornisa, donde comienza su tirolina, tiene unos 24 metros de distancia, dato a tener en cuenta para recuperar la polea, si hay más de una persona, ya que la cuerda auxiliar debe de tener al menos 30 metros de longitud. Si se usa poleas mixtas es posible que te quedes a la mitad del recorrido, pero si usas poleas de acero llegarás al final sin impulsarte (vídeo abajo).

Al finalizar la tirolina, tienes una reunión a tu izquierda, que la puedes usar para hacer un rapel de 30 metros, o bajar por una travesía en descenso. En la parte inferior del destrepe o del rapel, hay un cable transversal, si miramos hacia Moclín tenemos dos opciones: A la izquierda tenemos la entrada/salida en la bifurcación que había a mitad de recorrido, también la podemos usar para acceder a la chapa con anilla, que había al finalizar el paso de mono y desde allí hacer un rapel o continuamos a la derecha siguiendo un cable, muy fino, hasta un sendero, que nos llevará al comienzo.


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