Ruta Circular: Acebuchal - Cisne - Cortijo Iman - Río Chillar

"Esta parte de mi vida, esta pequeña parte, se llama felicidad". Will Smith (En busca de la felicidad)

- 1º Día. Aldea Acebuchal - El Cisne - Puerto Frigiliana - Cabecera del Chillar - Cortijo del Imán.

Para comenzar me dirijo a la localidad de Frigiliana por la autovía A-7, la abandono por la salida 292, para luego seguir la carretera Ma-105 hasta ella, bordeo el pueblo por su lado sur hasta rebasarlo, para seguir una pequeña carretera que conduce a Torrox. Tras recorrer unos 4 kilómetros me desvió a la derecha por un pequeño carril hormigonado, que luego se convierte en pista de tierra que me conduce a la aldea del Acebuchal. Al llegar a las primeras construcciones, cruzamos un arroyo en una pronunciada curva a la izquierda, pues es un buen lugar para dejar el coche, un cartel informativo indica el comienzo de la ruta.

El reloj marcaba las 9 en punto cuando inicié la marcha por el cauce seco del arroyo del Acebuchal, a 480 metros de desnivel, por donde discurre también la llamada Puerta Verde de la Almijara. Durante la primera parte del trazado, se sigue el la dirección del cauce del río, abandonándolo en algunas ocasiones para facilitarnos el recorrido. Una vez fuera del arroyo, el sendero se empina un poco más, para alzarnos a nuestra derecha con una pista que en pocos metros y en ligero descenso nos deja en la Venta Cebollero (600 metros desnivel), con su cartel informativo. Pasada esta venta, se abre una bifurcación, por la izquierda continúa la pista, a la derecha el Barranco de Marmol, siendo éste último el recorrido señalado y más corto, aunque por la pista también se llega al Puerto Blanquillo (Cerro Blanquilla). La subida comienza suave, pero, a medida que avanzamos se va haciendo más y más dura, hasta que alcanzamos el collado a 800 metros de desnivel, brindando una fabulosa imagen del Cisne como telón de fondo y del alto Higuerón. Desde aquí, la vista alcanza la Cresta de los Civiles, el Lucerillo y el Lucero, el Cisne y su crestería, la Sierra de Enmedio al completo... En estos entornos acontecieron alguno de los encuentros armados más encarnizados de la guerrilla antifranquista con la Guardia Civil. El camino continua bajando en dirección norte por una pista amplia de tierra, tras bajar unos metros, aparece una bifurcación que, a nuestra izquierda nos lleva al Barranco de las Angustias y venta Panaderos para acceder al puerto Frigiliana, La Cadena, etc y el de la derecha nos conduce al mismo lecho del río Higuerón, donde vemos un helipuerto y el inicio de la vereda al puerto de los Umbrales, que por la ladera sur del Cisne nos conduciría hasta el valle del río Chíllar. Continuamos por la pista de la derecha cruzando las aguas del arroyo del Atajo y del Higuerón que tras un par de curvas llegamos hasta el inicio del sendero que por la derecha remonta la ladera occidental del cerro del Cisne (780 metros desnivel). Aquí comienza la verdadera ascensión al Cisne. Mucha atención y cuidado con este sendero que se enfila con mucho desnivel entre el espesísimo matorral. El sendero está muy mimetizado con el entorno y asciende con pasmosa rapidez. La trocha serpentea por la ladera izquierda del barranco de las Piedras, al poco atraviesa dicha barranca para pasar a la otra vertiente continuando el escabroso ascenso. Unos hitos de piedra nos marcan el cambio de vertiente. Al poco llegamos hasta una primera repisa, donde hay una piedra en forma de "dedo" y nos ofrece un respiro (990 metros). La vegetación es ahora más abierta y continuamos por un pedregoso sendero que, tras una fuerte subida, nos hace alcanzar el collado de Dos Hermanas (1.400 metros). Las piedras sueltas del suelo hace más duro el caminar, la subida se endurece y la verticalidad del tramo final es fuerte con escasas marcas. Desde este escalón arenoso y, mirando hacia el sur, nos queda por la izquierda el alto conocido como la maceta del Cisne. Por la derecha ya vemos la rocosa y escarpada cima del Cisne. Desde el collado "Los Makis" hay una trocha poco evidente pero marcada con hitos de piedra que nos acerca hasta la misma cúspide (1.486 metros). La vista es impresionante porque nos encontramos en el mismo corazón de esta sierra. Nos rodean diversas montañas de la Sierra Almijara: Los Machos, Lucero, Navachica, Cuervo, la Cadena, Sierra de Enmedio, Tajo Castillejos, Fuerte de Frigiliana, Cerro de las Tres Cruces...

Mi idea era buscar una travesía hasta el puerto de Frigiliana sin tener que descender a Ventas Panadero y Barranco de las Angustias, así que, con la ayuda de los prismáticos me dirijo hacia el Este por una cresta que va superando varios barrancos, es como el conocido paso de la Cadena, no hay vereda y la vegetación dificulta mucho el avance, si le sumamos algunos tramos complicados por su trepe y destrepe hace un trazo poco recomendable. El siguiente tramo se desarrollo por la cuesta del Carrascalejo, hasta llegar al Portichuelo, seguidamente comienza un vertiginoso descenso por la cabecera del Chillar. Tras pasar un espeso pinar y llegar a un arroyo, comienzo la vereda hasta el Cortijo del Imán, al principio en buenas condiciones pero poco a poco se convierte en un incomodo recorrido. Desde la Hoya Artera vemos el cortijo del Imán. La vegetación arbustiva compuesta de aulagas, albaidas, estepas, etc. que dificultaba la progresión, aunque la magnética presencia de los imponentes cortados del Almendrón, Nido del Buitre y Tajos del Sol, minimizaba el dolor que produce el roce con tan agrios vegetales. Llegamos al cortijo del Imán, enclavado en un paraje paradisiaco y con unas vistas envidiables a la cuenca alta del Chillar, cerrada por la linea montañosa de la Cadena y Piedra Sillada. Lugar idoneo para pasar la noche.

- 2º Día. Cortijo del Imán - Cauce del Río Chillar - la Presa - Río Higuerón - Frigiliana - Aldea Acebuchal.

El segundo día comenzó con un dilema, volver hacía atrás por la temible vereda para entrar al río por su cabecera o intentar buscar una salida desde el Cortijo del Imán hasta el Río Chillar. Por esta zona estuvo perdida una turista Holandesa durante 18 días llamada Mary Ann. Nunca comprendí como una persona podía estar tantos días por aquí perdida, pero ahora lo comprendo un poco mejor. Desde la loma donde se encuentra el Cortijo, el río es inalcanzable, pero cerca suya baja un arroyo de agua por una chorrera de piedras, se da por echo que desemboca en el río y que gracias a las chorreras de piedras que hay por su parte alta, será igual por su parte baja y accederemos al río por un paso accesible pero dificultoso. Fue lo mismo que tuvo que pensar esa turista. La bajada se hace como esperaba hasta que llegas al primer salto de agua de unos 4 metros, que se consigue bajar deslizándote por la piedra ayudándote de ramas, en ese momento te das cuenta que has podido bajar pero no subir. Vas escuchando el río cada vez más cerca hasta que llega lo impensable, un salto de agua de una decena de metros, imposible de bajar, y es por aquí donde estuvo Mary Ann. Yo bajé de allí, el como lo hice, marcado en mi queda.

Una vez en el cauce del Río Chillar, solo tuve que seguir su curso para llegar a la Presa, que me llamo la atención el echo de estar vallada, no entiendo el significado, vivimos en un mundo de prohibiciones. Poco después se llega al cruce del sendero que viene desde Frigiliana, un camino ascendente y cuidado, el cual no nos podemos imaginar que acabará en dicha localidad. Coronado el primer collado desde el que dominamos una amplia zona de la cuenca del río Chillar a nuestra espalda, con merecida fama por la espectacularidad de su fisonomía, marcada por tajos contundentes y angostos desfiladeros (llamados cahorros o cajorros). Este barranco se encuentra rematado en su parte alta por una serie de agujas rocosas. Su parte alta está coronada por un gran acantilado que se conoce como Tajo la Chorecilla y cerro Cuesta Jiménez. Avanzamos por la cumbrera para abandonarla hacia la vertiente del arroyo de las Garzas, bajando por la ladera de un barranco con escasa vegetación. Cruzamos el arroyo y volvemos a subir, alcanzamos el collado Pinillo el Viento. Alcanzada la línea de cumbres, avanzaremos a nivel por ella en dirección Sur. Es un tramo fácil y entretenido, ya que se nos abren vistas a ambos lados. A la derecha el río Higuerón. Al fondo, al norte, también podremos divisar Cerro Lucero ( 1.774 metros) en la cabecera del río Higuerón, flanqueado en su izquierda por el Cerro del Fuerte y Calixto. A la derecha de dicho río quedan las impresionantes paredes del Cerro Cisne o Dos Hermanas. En un descenso corto pero intenso, aliviado por la sombra de los pinos llegamos al Río Higuerón, donde encontramos un cartel informativo de la ruta hasta la Fuente del Esparto. Siguiendo el cauce del río abajo, llegamos a Pozo Batán, enorme alberca de más de treinta metros de longitud, llena de agua. Poco después nos adentramos en Frigiliana por una cuesta de hormigon que sube hasta el cuartel de la Guardia Civil, que se encuentra la plaza del Ingenio, desde donde subiremos hacia el casco antiguo de la localidad, para continuar por una pequeña senda que nos llevará hasta las ruinas del Castillo de Lizar. Se continua por un carril no asfaltado que enlaza con el camino agrario que une Frigiliana y Torrox, el cual deberemos seguir durante unos kilómetros hasta un lugar en el que a la derecha de la carretera nace un camino que se introduce en la montaña. Serán algo menos de 3 kilómetros, mitad de subida mitad bajada hasta que observemos dos pequeñas aldeas en el interior de un barranco a las que accederemos por un carril a la izquierda que desciende en poco tiempo hasta nuestro destino final, las aldeas abandonadas del Acebuchal, poblado deshabitado tras la Guerra Civil Española.