Valle Chamonix: Monte Le Buet - 3096 metros

En una fría y lluviosa mañana en Chamonix, de esas que abundan y te impiden hacer actividades de mayor compromiso, decidí buscar una montaña a la que pudiera llegar corriendo, donde la distancia a recorrer fuera mayor de 20 kilómetros. El Monte Le Buet tiene una altitud de 3.096 metros, había leído que desde la cima hay unas vistas bastante bonitas sobre el Mont Blanc y el Matterhorn, se encuentra dentro de la Reserva Natural "Le Vallon de Berard" de 539 hectáreas. Fue creado en 1992, es la última de las 9 reservas en la región de Haute-Savoie y se encuentran todos los diferentes tipos de vida y fauna alpina representativos en los Alpes como por ejemplo la Epilobium o el Ibex Alpino.


La ruta normal parte desde la bonita aldea de Le Buet, un pequeño pueblo cerca de Vallorcine, al otro extremo del Valle de Chamonix, donde sólo se puede acceder por tren o coche. Desde la propia estación de tren, parte el sendero que sube abruptamente bosque arriba, primero entre coníferas, siempre con tres señales indicativas del camino a recorrer; hacia la Cascada, el refugio de Pierre Bérard y Mont Buet. A la Cascada se accede a poco de comenzar el sendero, a continuación se cruza el río por un par de puentes y sin dar descanso se flanquea las montañas por la derecha, a media ladera, para llegar hasta el refugio, que se encuentra a 1.900 metros. Desde allí se continua por la derecha, donde se abandona el color verde y entra en escena la piedra desnuda, dejando un aspecto desolador y lunar.


Para ir al Col du Salenton a 2.526 metros, hay que desviarse de la ruta hacia la izquierda, con buen tiempo merece la pena ir para contemplar las vistas del Valle Diosaz en tierras Suizas, son 50 metros más arriba, para seguir hacia el Monte Le Buet, es en dirección Norte. Este collado es muy usado para realizar travesías con esquís, por el punto estratégico donde se encuentra. El camino discurre en primer lugar por un terreno inerte para posteriormente convertirse en un caos de bloques de piedra.

La montaña no abandona en ningún momento su pendiente, hay que disminuir el ritmo cuando se alcanza una zona de zig-zag para superar la pendiente. La antena de arriba marca el final de la cresta conocido como la Arista de Mortine, y está en un lugar maravilloso con vistas en tres direcciones sobre 3.000 metros. La última parte de la cumbre es un paseo sobre una ancha cresta hasta el montículo de piedras. Las vistas desde la cumbre del Mont Buet tienen que ser espectaculares, desde Aiguille de Le Tour, Aiguille d’Argentière, las Grandes Jorasses, Dent du Gegant, las Aiguilles Rouges en primer plano o el mismísimo Mont Blanc. Han sido 1.800 metros de desnivel positivo, bajo una cortina fina de agua y sobre una niebla espesa, muy triste al no poder disfrutar de la panorámica.


El Ibex Alpino o Capra Ibex, pertenece a la familia de las cabras salvajes. En su hábitat, los Alpes, vive en alturas de hasta 3.500 m. Se alimenta de pastos y hierbas, arbustos pequeños y brotes de árboles. Los machos alcanzan una altura promedio de 95 cm., las hembras un promedio de 80 cm. Mientras que las hembras están bien desarrolladas, pues pesan unos 45 kg., los machos pueden alcanzar hasta 110 kg. De estos 110 kg, los cuernos curvos pueden crecer tan grandes como 1 metro, y pesar unos 2,5 kg. Las cabras machos sólo se unen a las manadas de hembras de 10 a 20 animales por apareamiento a principios de invierno.


Impresionante la pasarela metálica que cuelga sobre la garganta del río para contemplar la cascada, justo encima se encuentra un restaurante donde poder tomar algo. Según cuenta la leyenda, en 1873, el falsificador Farinet, una especie de Robin Hood local que compartía su dinero falso con los pobres, se escondió en la cueva detrás de la cascada para escapar de las fuerzas de policía.


Sin lugar a dudas es una ruta muy recomendada, el cual me recuerda a los Pirineos, no es zona de remolques mecánicos, tiene un toque de aspecto salvaje, con el cruce de un gran río, una gran cascada. Siempre rodeados de afiladas montañas como son las Agujas Rojas y sus pequeños glaciares, aún con el mal día que me hizo, pude sentir la gran belleza de este lugar. Yo realicé la ruta sólo sabiendo el punto de partida, no tiene perdida porque todo está bastante señalizado, es verdad que en la parte de arriba con tanta niebla, tiene que prestar más atención al camino para no perderme, si quereis descargar el track de wikiloc, lo podéis hacer desde aquí.



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