Pirineos: Perdiguero (3.222m) y cresta Literola

Cuando vuelvo a recrear en forma de recuerdos los momentos vividos en las entradas que escribo, la mayoría de veces pienso "¡OJALÁ lo hubiera echo de otra manera!". Lo cierto es que a todos nos gustaría hacer las cosas de una forma que luego no tengamos que arrepentirnos, sobre todo si nuestra elección afecta a nuestra felicidad. Yo me pregunto ¿cómo podemos tomar decisiones que nos hagan felices?. Cada vez que yo tomo una decisión elijo un camino y cierro otro, ¿Cual me fuera echo más feliz?. Al final siempre llego a la misma conclusión, si eres feliz en este momento, y lo era, es porque esa era una decisión acertada, no debe porque haber sólo una. Cuando me encuentro en armonía con mi universo es gracias a las elecciones que he tomo.


La ascensión al Pico Perdiguero (3.222 metros) es una ruta larga por el Valle de Literola. Siempre siguiendo los hitos de piedra, al principio por un bonito bosque de abetos y luego por prados, se pasa por el cruce de una cabaña utilizada por los pastores de la zona, lo sé porque en ella había uno que me indicó el camino a seguir. A la altura del ibón pequeño de Literola se puede observar una grandiosa imagen del Macizo de las Maladetas, de esas que siempre recordarás. Tras superar un pequeño desfiladero de piedra nos trasladamos a un mundo de roca increíblemente embellecido por el Ibonet de Literola.


Desde este punto, la subida al Perdiguero la realicé directa, en línea recta, por una ladera rocosa a modo de pared que tras superarlo se llega al collado Ubago. Parece difícil, pero no lo es en absoluto, se trata de ir buscando las "terrazas" herbosas, a modo de pasillos improvisado creados por el paso de la gente. Tras esto llega una ancha arista y enorme pedrera que parece interminable.


Desde las inmediaciones de la cima se puede ver en todo su esplendor el ibón Blanco de Literola, donde impresionan sus aguas azules. Es difícil no encontrar la belleza en estos parajes, y sentirse oprimido por lo que la naturaleza es capaz de crear.


En la cima del Perdiguero se produjeron los pensamientos del principio de esta entrada, en ella me encontré una pareja, les pedí que me realizaran una fotografía ya que no había un buen lugar para hacérmela yo mismo, de todos los grandes telones de fondos que podía elegir, al final me quedé con las vistas al macizo del Posets que había subido en días anteriores. Ahora que veo la foto, para una que me hacen, salgo sin extender los brazos. Al verme que continuaba hacia el collado de Literola, me preguntaron que si llevaba crampones, no se si era porque iba en zapatillas, pero no, no los llevaba. No me lo recomendaron, porque había bastante nieve con inclinación. Yo me detuve, miré durante tres segundos la belleza que tenía delante mía, eso me basto para saber que lo que me hacia feliz en ese momento era seguir adelante.


El Perdiguero es un nexo de unión entre dos crestas, la anterior que he realizado en la subida y esta nueva que voy a recorrer de Literola, la cual desemboca en el collado inferior de Literola, al pie de los Crabioules, dejando a su izquierda el El Lac du Portillon d'Oô.


La bajada desde el Perdiguero al Collado Superior de Literola es bastante fácil, algún que otro destrepe donde hay que prestar algo más atención, o sea, apoyar las manos. A continuación la arista se abre paso por varios tres miles, como son la Tuca de Lliterola (3.095 m), el Pico Royo (3.121 m), característico por el color de su piedra rojiza, Punta de Lliterola (3.132 m) y Aguja de Lliterola (3.028 m). Parecen muchos, pero todos están bastante seguidos, la arista, carece de su definición prácticamente en la mayoría de su recorrido, exceptuando algunos pasos.


Al bajar de las Agujas de Literola, se accede al Collado inferior de Literola, en este momento viene la segunda parte de la reflexión inicial, tenía enfrente mía la cresta de los Cabrioules, quería hacerla, pero no sabía por donde meterle mano, la miré durante tres segundos y supe que lo que me hacia más feliz en ese momento era bajar y así hice. Ahora desde mi casa, tranquilo, sentado en la silla y con mucha información pienso que debería de haberla echo, pero las decisiones se toman en el momento.


La siguiente imagen es del Ibon Blanco de Literola, al cual yo había llegado tras una increíble bajada deslizándome por toda la pala de nieve. Se puede observar que hay una pequeña huella en la nieve echa con las puntas de los crampones y una pendiente de unos 30 grados, hasta ahora lo más normal. Al no llevar crampones, patinaba sobre la nieve, cuando me fijé hasta donde podía llegar si me resbalaba, me asuste, al observar el escalón de medio metro para entrar y salir del ibón, el cual sólo se encontraba a pocos metros. Las emociones son difíciles de plasmar en una imagen, algo menos en palabras, pero la que yo percibí en ese momento fue peligro y creo que es la primera vez que uso esa palabra en este blog, tuve miedo de caer y no poder salir de él. Como de costumbre, me encontraba sólo...


Pronto me doy cuenta, que mi miedo fue algo aislado, pues el desagüe del Ibón se encontraba cubierto de nieve y no la cascada de agua del verano. No puedo evitar lanzarme por su empinada ladera, volver a disfrutar de lo que estaba haciendo con pasión. A veces el peligro está precedido por el miedo y otras veces no hay avisos, eso fue lo que pasó a mitad de la bajada, el agua que corría por debajo, se había comido la capa de nieve, dejándola tan fina, que cuando yo pasé se rompió con mi peso. Tuve suerte de caer en el hueco de una gran piedra, hasta las rodillas, rozándome con ella y arañándome las piernas.


¿Te imaginas un mundo entero de Marmotas? Parecen felices con las decisiones que toman. Las marmotas son animales muy sociables que usan una gran variedad de sonidos para comunicarse entre ellas, sobre todo cuando tratan de advertirlas de un peligro. Gracias a su pelaje y grasa resisten muy bien las condiciones climatológicas.  Almacenan comida e hibernan en sus madrigueras durante todo el invierno, además duermen más de 20 horas diaria.


Comentarios

  1. Otra vez...sin saber que decir...dar las gracias por compartir esas lecciones de vida.....

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