Relatos: Con tu ayuda sigo soñando.

"La mayor ilusión es seguir teniendo ilusiones." José Narosky.

Llevo un año en plenas condiciones, realizando toda actividad que siempre quise realizar, me encuentro en buena condición física y psíquica, me estaba preparando para participar en la Isostar Desert Marathon, pero llevo una semana con una lesión en la parte externa de la rodilla, por la zona de los ligamentos, ayer volví a realizar ejercicio en bicicleta, donde la rodilla sufre menos, cosas de la vida, tuve una caída, nada grave pero me siento dolorido, siendo sincero, más por dentro que por fuera. Hacia mucho tiempo que no sentía miedo y esta ha sido mi respuesta.

En este momento me siento frente al ordenador con el objetivo de desahogarme, desnudar mi cabeza y dejar los miedos al descubierto....

Yo, mientras, soñaba con esa mano que me animaba a seguir, ese abrazo que me protegía. Acurrúcate a mi lado y envuélveme con tus brazos. Tengo miedo ahí fuera. Los problemas son mucho más grandes lejos de tus brazos. Las tristezas, más duraderas.
Yo sólo te pido que sigas aquí, que esperes a que me duerma, a que me calme. Hoy me da miedo hasta respirar. La soledad me ha llegado rodeado de personas y no sé cómo decirle que no la necesito. Te necesito a ti. Necesito tus caricias, tus sonrisas, tus palabras tranquilizadoras. Ven a mi lado. Me da igual el disfraz que te pongas. Quiero que me digas lo que sientes y lo que piensas, quiero sinceridad, pero por favor, en este momento tiéndeme una mano y ayúdame a salir un segundo.
Ya se me olvidó esa estúpida idea de que soy perfecto. La máscara de duro del cuento dejó de ser lo y me da miedo que no vuelva a acompañarme. Tú siempre me has conocido como lo que soy, un mortal más. Ni soy tan increíble como pensaba ni tan santo como parezco.
Ven, por favor. Te regalo mi álbum de sueños. Me he pasado la vida soñando, es la única forma de sentirme vivo. En ellos han habido algunos nobles y otros avariciosos. Si te quedas aquí, no los necesito. Si quieres, también puedo regalarte mis manos. Yo no te las aconsejo, están sucias, han cargado algunas mentiras. Y es que, me han querido con locura, pero a veces, esa locura no me ha valido a mí. Lo siento.
Ya sé todo lo pequeño que soy. Tú guárdame el secreto y estaré contento. No me dejes huir, no me dejes esconderme. Ayúdame a levantar la cabeza frente a mis miedos. No permitas que nadie robe mis recuerdos, mis felicidades.

Sigue apareciéndote en mis sueños, escucharte hablar en ellos me basta Mamá.

Dedicado a esa persona que un día paso a estar siempre a mi lado.

Comentarios