Boulder en El Kaos II, Villanueva del Rosario.

"No vemos las cosas tal y como son, sino como somos"

"Estoy a dos metros del suelo, la punta del pie izquierdo lo tengo en una escama de roca de medio centímetro, el otro pie lleva su camino en el aire, sin estar seguro de que se quede, una mano está bien puesta, lo cual es un decir, ya que se sostiene en una fisura con las uñas que por ser tan chica no vive ni un coleóptero, por fin la otra mano está afincada en una pinzita. El sol pega de espaldas,  sudo y no veo como salir del paso, se oyen voces ¡aprieta y lanza la mano derecha!, como si uno no tuviera bastante con permanecer allí arriba pegado a la pared como una lapa por alguna fuerza de gravedad desconocida. Si saco una mano para tomar magnesio me caigo, si no lo saco también me caigo, los segundos pasan y las fuerzas menguan. Cual estatua de sal permanezco ingrávido en el peñasco hasta que una lagartija pasa cerca de la mano de la escama. Y caigo en la crash-pad, descanso en el suelo mirando al paso, y pienso, que curioso lo que puede llegar a invitar el ser humano. Me levanto y lo intento de nuevo.”

No tengo costumbre de hacer dos post de la misma zona, pero como ahora tengo el gusanillo de hacer relatos cortos, encontre un momento de inspiración en la actividad que realicemos el Domingo, nos reunimos Noe, Eugenio, Elena y sus dos hijos pequeños y yo para ir al el Kaos (Villanueva del Rosario) a practicar boulder, o lo que es lo mismo, a apretar un poco más si cabe.
Para los que no sepan que es boulder, en pocas palabras quiere decir pocos y potentes movimientos al escalar en un tocho de roca. La esencia del boulder es la potencia y hasta cierto punto el equilibrio. La principal dificultad al escalar un problema de boulder debería, sin embargo, residir en ser capaz de realizar cada uno de los movimientos y después, en unirlos. Con esto quiero decir que la continuidad no debería ser el factor decisivo. Si es así, ese boulder es, de hecho, más parecido a una vía, dónde el desafío de "mantener seco el polvo" es su característica más típica.
Con este tipo de entrenamiento se coge soltura a la hora de escalar pasos extremos en una pared, pero no obstante no existe ninguna comparación ya que el ambiente es totalmente distinto, y eso hace ver las cosas de otra manera.

Noe.
Eugenio.
Elena
Canio.
Canio y Elena.
Canio.

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