Chamonix: Gran Balcon Norte por La Mer de Glace

En el Valle de Chamonix existen dos balcones, sur y norte. Este termino hace referencia a senderos panorámicos que bordean el Valle. Cada uno de ellos tiene dos versiones, el pequeño y grande, y se refiere a la altura del sendero sobre dicho valle. El Gran Balcón está algo más de mil doscientos metros sobre el fondo del Valle y el Pequeño a unos trescientos metros. Son lineales, en la entrada anterior, recorría el balcón Sur comenzando desde Argentière para terminar en Chamonix bajando por Plan Praz. En esta ocasión voy a recorrer el Balcón Norte, comenzando en Chamonix, y ascendiendo en diagonal hasta La Mer de Glace.


Para llegar al glaciar La Mer de Glace hay que subir previamente a Montenvers, el camino comienza en la estación del tren cremallera que sube a Montenvers y continuando por la zona de ocio habilitada para los mas pequeños. Los senderos están muy bien definidos, en un constante ascenso y sin perdida se llega a la entrada del glaciar. Para acceder a él, hay que bajar por  3 tramos de escaleras verticales enganchadas a la pared. También hay una cuerda, tipo maroma, en un lateral para el mismo fin, es lo que yo utilicé pues las colas que se crean en las escaleras son bastante considerables, ya que la mayoría de la gente va equipada y encordada pues los guías de montaña suelen traer a este glaciar a los clientes para realizar practicas encordados y progresión en hielo.


El día no estaba siendo muy bueno para disfrutar de la inmensidad que me rodeaba, aún así es considerable la cantidad de gente que se dejaba caer al glaciar. En la imagen de abajo se puede observar la cola de personas para bajar y subir por los 3 tramos de escalera. En los días con niebla como fue el caso, si nos adentramos en el glaciar, hay que prestar atención al camino de vuelta, para no dejarse atrás el acceso a la pared y a las escaleras.


La Mer de Glace (Mar de Hielo) es un famoso glaciar que se encuentra en las laderas norte del macizo del Mont Blanc, en los Alpes franceses. Con 7 kilómetros de largo y 200 metros de profundidad, es el glaciar más largo de Francia. Se origina a una altura de 2.400 metros donde lo alimenta la confluencia del glaciar de Géant, glaciar de Lechaud y Cascada de Talèfre, al norte del Mont Tacul, y desciende hasta los 1.400 m. Fluye en dirección Norte-Noroeste entre la Aiguille du Moine al Este y Trélaporte al Oeste. La velocidad del glaciar, aunque no es perceptible a simple vista, es considerable, desde más de 120 metros al año en la parte superior, hasta alrededor de 90 metros al año en la región de Montenvers, lo que significa alrededor de un centímetro por hora. El nombre viene de sus características "olas" de hielo que cubren su superficie, y le fue dado por los ingleses Windham y Pocock, tras su descubrimiento en 1741.


Después de retroceder el camino andado por el glaciar y subir por las escaleras verticales que une el sendero con el glaciar, se sigue ascendiendo en dirección a la estación Montenvers, un autentico complejo turístico con todo lo necesario para dicha actividad. Atravesamos la multitud de personas que se congregan en lo alrededores, y conectamos con un sendero a la izquierda del Hotel Montenvers, secsube haciendo zig-zags, dejando a la izquierda la Mer de Glace, sin dificultades, dando acceso a un lugar bastante bucólico caracterizado por una multitud de mojones, conocido como Signal Forbes (2.200 metros), desde allí se puede apreciar un notable panorama de la Mer de Glace, los Drus, las Grandes Jorasses y las agujas de Chamonix. Aunque una vez más, en este viaje, el tiempo no me permitió hacer uso de uno de los sentidos más importante, la vista, aunque la sensación de encontrarse en aquel lugar erizaba la piel.


Arriba una señal, para indicar el camino hacia el Plan de Aiguille, ahora es cuando realmente comienza el Balcón Norte, un sendero siempre con vistas al fondo del valle y a la Reserva Natural de las Agujas Rojas, justo al otro lado del Valle. El cielo azul se dejaba ver a este lado del Valle, pero al otro lado, las nubes tapan todas las agujas de Chamonix como son la Aiguilles de Blatière y du Plan entre tantas otras.


Por el camino vamos encontrando pequeñas placas, con información sobre los picos más emblemáticos que vamos dejando a nuestra izquierda. Justo antes de llegar al bar de el Plan de Aiguille (2.310 metros) hay un arroyo de agua fría y transparente, procedentes del deshielo, un lugar idílico para pasar la noche. Los Alpes me han llenado la retina de colores, de caminos, de rocas, flores, nieve y un cielo de muchos contrastes que siempre recordaré.


Pocos fenómenos meteorológicos son tan impresionantes y temibles, como las tormentas en la montaña. La rapidez con la que se forman y su inusitada violencia te pueden poner en serio peligro. Así pues, los truenos y relámpagos estuvieron acompañándome toda la noche, hasta granizó varias veces. Las tiendas de campaña no son lugares seguros en caso de tormentas, si te encuentras en una de ella, es importante que retires los bastones u otro material metálico de tu alrededor, hay que apagar los teléfonos móviles y no intentar hacer fotografías ni fuego. Lo más importante es que estés bien aislado del suelo, sobre la mochila o un buen aislante tipo colchoneta de aire.


El sentimiento por la Naturaleza es la más refinada expresión de la Civilización. El cuerpo se limpia y restaura con el aire sutil de las alturas, y el alma se limpia y restaura con el silencio de las cumbres. Unamuno


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