Subir, bajar, avanzar, aprender y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever… puede no ser cierto lo que ves. Entender el camino… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son LEGIÓN. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida. Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás. Luego… volver a la realidad… con las mismas reglas. VIVIR.
Los niveles, las marcas, los logros, las condiciones, lo que pude ser y no fui, lo que pretendo ser... todo, debería quedar para uno mismo, como forma de motivación, de enriquecimiento personal y de "fórmula" para ser feliz, pero nunca, jamás para creer y mucho menos para intentar siquiera hacer creer al resto que se es más, superior o mejor... si al final, con que uno lo sienta por dentro es suficiente y así es esta carrera. Como en todas ellas, hay ganadores pero no perdedores, detrás de cada participante hay una esperanza, un objetivo, un desafió. El mio, hacerlo lo mejor posible, así que el inicio de la carrera lo hice... lo mejor posible. Después de una salida agobiante (no exagero) por la aglomeración de gente, los gritos de la gentea, costumbrado a la libertad de correr en solitario. En ese momento intuí que la carrera seria una lucha en cualquiera de sus posiciones finales, pues la gente "peleaba" por colocarse en buen lugar. Los primeros kilómetros por las calles de Ronda fueron increíbles, la gente volcada animando, con ese calor entrando por tus venas, es difícil mantener la sangre fría, así que empecé a ponerme un ritmo muy duro, hasta tal punto que por el kilómetro 24, zona de las "Navetas" iba en la posición 12, los legionarios en los avituallamientos te animaban sin reservarse para el próximo, así aguanté hasta el kilómetro 29. Fueron los primeros 30 kilómetros mas emocionante de mi vida, las mtb se apartaban para que los pudiera adelantar, te animaban, había publico por todas partes, un cielo donde el sol brillaba con fuerza, me encontraba con "hambre". Pero es obvio que no duraría mucho, yo bien lo sabia, pero no me importaba porque estaba viviendo un sueño, mi sueño y ya habría tiempo de lamentarse. Poco a poco fui desinflándome... ya no corría en las subidas y tampoco me lanzaba en las bajadas... calambres... y con esfuerzo y voluntad pasé por Arriate y Alcalá del Valle hasta que llegué a Setenil de las Bodegas (kilómetro 59) en 5 horas y 30 minutos, los locales de estas localidades merecen mención aparte al igual que los legionarios, apoyo incondicional en todo momento. En Setenil me estaban esperando parte de mi familia que me acompañó en este viaje, el más ilusionado, mi "hermanillo", que me transmitió parte de su energía para poder continuar. Después de una pequeña parada para comer, continué trotando cuando podía y caminando cuando me obligaban... las piernas, pero en ese momento, en esos kilómetros, comprendí que hay mas carrera después de las primeras posiciones, la gente se esforzaba al máximo por avanzar, algunos cojeaban a ratos y corrían otro rato, yo no le encontraba sentido a esa voluntad, pues para mí ya solo quedaba "terminar" pero ellos querían algo más, rondariamos la posición 100 de la clasificación, pero ellos seguían dándolo todo por llegar un minuto o un puesto mejor, la competición no era contra nadie, sino contra ellos mismo, y así fijandome y admirando a mucho de los corredores que me adelantaron llegué al "acuartelamiento de la legión" (kilómetro 77) donde nunca pensé que me pararia a sentarme en el comedor con una bandeja y comida tranquilamente. Pero así lo hice, aunque al poco tiempo e impulsado por la fuerza que desprendían los corredores que llegaban a llenar el deposito de agua o a coger un "bocado" y continuar la marcha, me levanté de mi asiento y me puse a correr. Efectivamente, a correr, pues lo que quedaba hasta meta era poco más de un entrenamiento diario. Algo cambio en mí, físicamente la parada y la comida me hizo recuperarme un poco y la cercanía de la meta psicologicamente ayuda bastante. Creo que el recorrido a partir de este momento si se le podría clasificar como carrera por montaña, fue precioso, una subida a la Ermita de Montejaque muy bella, bajada a Benaojan con público, encender el frontal y subida por un sendero precioso hacia Ronda para volver a bajar a los pies del "Tajo de Ronda" iluminado en todo lo alto y terminar subiendo una cuesta de 3 kilómetros llamada el "cachondeo" hasta la meta... la meta, que decir de este momento, entrando en Ronda yo ya no podía correr, pero es imposible no hacerlo, el publico te empujaba con su aliento, nunca imagine que habría tanta gente y que animaran sin distinción, yo ni si reflejar la emoción del momento ni expresarla, en silencio pero feliz pase la meta.
Al final quedé en la posición 115 con un tiempo de 12 horas 30 minutos 22 segundos.
Algunas curiosidades: en la categoría de senior quedé en la posición 18, por Alcala del Valle (kilómetro 51) pasé por la posición 41, por el acuartelamiento de la legión (kilómetro 77) en la posición 129 y en la meta 115. Me salio una media de 7,25 el kilómetro. Desnivel positivo de 2.856 metros y negativos de 2.828 metros.
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| Adelantando bicicletas, sobre el kilómetro 20. |
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| Perfil de la carrera 2013. |
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| Haciendo tiempo mientras salen las mtb. |
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| Esperando que habran para "colocarnos". |
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| En las primeras posiciones. |
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| Por el Puente Viejo de Ronda. |
