Última Parte del Viaje al Alto Atlas Occidental.

Hoy el día se ha despertado soleado, como todos los anteriores, no hay nubes en el cielo, tengo calor, siento ardor en mi interior. Se respira alegría, como un día de primavera y siento que no es más que un comenzar de nuevo. Han sido días largos donde he disfrutado y sufrido. Haré lo que todos los días, me guardaré mis secretos, sólo los que hacen daño y diré lo que los demás quieren oir. El amor me impide hablar más de lo que necesito y mí corazón reclama a gritos hacer saber que se está cansando y que ya no puedo más, tengo que marchar.
Hoy es el último día en el que llevaré las riendas de casi todo lo que me rodea, tengo que descansar. Pero tengo que reaccionar normalmente, disimular, seguir siendo el mismo por fuera, comportarme ejemplarmente. Por dentro disfrutaré de lo que ha sido mi familia estos días, mi hogar, más que nunca, reiré con más ganas, lloraré de alegría, agradeceré con impetu y rezaré para que siempre se encuentren bien, hoy de madrugada haré mí última mochila. Llevaré solo lo necesario, amor, cariño, vivencias, ternuras y abrazos. No, no es un equipaje ligero, es el más pesado, pues los sentimientos de afecto lo llenan todo y me lo llevo entero.
Hoy escribiré una carta, intentaré no derramar lágrimas, para llenarla de alegrías. Después me comportaré como siempre, quizá me prepare un bocadillo o me siente al lado de un arroyo para saciar mi sed de sus frescas aguas. Hoy será como otro día más, viviendo fiel a mi sello. Cuando llegue la noche, escribiré algún cuento o un relato, esperaré sentado a que llegue la madrugada con la mochila en mí regazo. Mientras tanto seguiré escudriñando las palabras en un papel en blanco, haciendo que exploten los sentimientos, dejándolos que fluyan…
Miraré a todos a los ojos, me guardaré la pena y el dolor que me corroe, sonreiré como siempre. Será mejor irse, viendo sus sonrisas, hoy reuniré todo el cariño que pueda, quiero que mi corazón explote, pero que explote desbordado de sentimientos positivos. Hoy sé cuánto valió la pena venir… Hoy sé cuánto valió la pena vivir...

El Refugio Neltner al fondo.
Primeras rampas de nieve en dirección a los Clochetones.
Javi, Paco y yo subiendo por las fuertes pendientes.
Paco y yo buscando zonas con nieve dura.
Canal Irhez Ikhellounn que da acceso a los Clochetones.
Antonio, Paco y Javi en la canal Irhez Ikhellounn.
Aprovechando la huella dejada por los esquís.
Parte final del corredor.
Empezando el corredor.
Saliento del corredor.
Últimos metros hasta el collado.
Collado de los Clochetones.
Reponiendo fuerzas y disfrutando del entorno y compañia.
En el collado, las cimas a excasos metros de escalada.
Mar de nubes.
Bajando del Refugio Neltner.
Subian muleros y turistas.
Improvisando refrescos frios.
Sidi Chamharouch a unos 2.310 mts.
El alminar de la Katubia en Marrakech.
Plaza en Marrakech.
Ya en Tarifa, Andalucía!!

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